lunes, 11 de junio de 2012

Mi primer rececho con arco


Después de calentar un poco, con el parapeto de Aratz Archery, empezamos el rececho en una zona donde siempre encuentro caza. Antes de diez minutos vimos las seis primeras ciervas. En realidad nos vieron ellas primero porque subiendo la cuesta resoplábamos como camiones. Cuando terminamos de subir, nos pusimos la ropa y descansamos, planteamos la estrategia. Nada más empezar, nos volvieron a sorprender otras tres ciervas. ¡Esto no va a ser nada fácil!

El cazadero es precioso, con zona de hayal y claros con matorral. (toma pareado) Tras cruzar la primera zona de claro y al empezar el arbolado, (otro pareado más) monté la flecha en el arco por si acaso. Entré unos diez metros en el hayedo y ahí estaban tres ciervas. Las tres cruzadas, posición ideal, las tres mirándome, otra vez se me habían adelantado. No se movían, yo tampoco. Tenso el arco, apunto a la más cercana........ no me atrevo y destenso la cuerda. Calculo unos treinta metros. ¡No estoy preparado para esa distancia! Cuando intento acercarme un poco se escapan. En aquel momento no me importó dejar que se fueran, pero después he pensado que podría haber disparado. No pasa nada, primera oportunidad a la media hora de mi primer rececho. No está nada mal. Me junto de nuevo con Iñaki y le comento la jugada. Había oido como se escapaban las ciervas. Creo que él sí podría haber tirado y haber hecho blanco sin problemas. ¡Cómo agrupa el "jodio"!
Seguimos con el rececho más animados aún. El viento suave de cara pero el suelo demasiado seco, hacíamos demasiado ruido. Siguiente loma y siguiente lance. Nada más separarnos, veo una cierva echada a sesenta metros por encima mío. Yo iba por el camino y tenía una pendiente muy grande a mi izquierda hasta donde estaba encamada. Me acerqué hasta ponerme justo debajo, los árboles me tapaban de la vista del animal y parecía fácil acercarse. El problema era que no podía subir el escalón del camino para acercarme más. Retrocedí sobre mis pasos y decidí intentarlo por la parte de arriba. No sé cuanto me habría costado rodear al animal pero a mí se me hizo eterno. Tengo que estar cerca, -pensé-, pero las ramas de un árbol caído no mas dejaban ver el lugar exacto donde estaba la cierva. ¡Se me levantó a diez metros y yo sin verla! 
Otra oportunidad perdida pero yo feliz. Creo que podemos llegar a cazar algo con el arco, no sé cuando, pero lo lograremos.
Cuando me junto de nuevo con Iñaki, me cuenta que también ha tenido una oportunidad con tres ciervas pero al final no ha podido tirar. Está igual de contento que yo y sorprendido por la cantidad de caza que hemos visto durante la mañana. Con el macho que vió poco antes de juntarnos y que estaba levantado, y con las otras tres que vimos cuando casi llegábamos al coche, hacen un total de veinte animales. Puede que algunos fueran los mismos.
En resumen: una mañana histórica. Ya tenemos el veneno dentro y sólo hay una manera de curarlo, tenemos que cazar algo.

¿Como se os ha "quedao" el cuerpo? ¡Vaya chapa que os he metido, pero es que cuando me pongo no puedo parar!
Espero escribir otra con final sangriento muy pronto, solo apta para adultos.

Saludos a todos
Alf japon


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